Se me pasan los días tratando de escribir algo y no logro ubicar exactamente qué quiero decir. Quizá porque me quedé atorada en un momento triste para mí. Uno que quiero dejar atrás, pero que de pronto vuelve a ponerse en mi garganta y me la anuda... y que luego me brota en lágrimas a la menor provocación.
Hace tiempo que hay alguien a quien yo amo que me da punzaditas en el corazón y de pronto, haciendo cosas que disfruto hacer, compartiendo mi cariño con la gente y recibiendo tanto de ellos, me hace cuestionarme si no soy un fraude total... Una noche me quedé parada frente a un cielo maravilloso, de esos que solo se ven donde te has desprendido de todo, alejado de todo y estás únicamente en la compañía del Padre; ahí me puse a pensar cómo es que la gente que me conoce tiene tan buen concepto de mí... ¿qué ven en Corazón?, ¿cómo se sienten cuando están conmigo?, ¿por qué les inspiro confianza? Me entristece que en el caso de esta persona que yo amo tanto, no alcance a ver en mí eso que llega a los demás... y que yo no haya sabido ser lo que necesitaba, lo que esperaba de mí... Me ha mostrado una indiferencia que castiga mis errores y que duele... y es por eso que mi misión en esta vida se ve tan cuestionada... Ahí, bajo esa inmensidad me vi tan poca cosa, con la moral tan baja y con un llanto ahogado. Vaya, de haber podido, hubiera empezado a caminar y caminar y caminar... ¿hasta dónde? No lo sé. Quería huir de eso que me dolía tanto... Me sentía el peor de los fraudes, tan incapaz... ¿Y si sólo había pretendido ser alguien que nunca he sido? Yo pregono que amar da para todo... pues, en este caso, amar, no ha sido suficiente, porque el otro no se siente tan amado. Ahora recuerdo que yo también, alguna vez puse mi barrera de indiferencia frente a alguien que me ama y, juzgué y me sentí con todo el derecho a hacerle sentir que no me importaba. Lo peor es que esa sensación no acaba de irse... y regresar de ese punto no es fácil.
Esa noche, junto a mí estaba alguien más... alguien que, con poco tiempo de conocerme, no entiendo cómo, me ve con tanto cariño, y que con unos cuantos abrazos y palabras llenas de dulzura me deja pensar que no soy, quizá, esa que mi juzgador, mis culpas y yo creemos. Luego me di cuenta de que en el cariño y el abrazo de este ser tan especial, estaba el abrazo y al amor del Padre, para decirme en corto que sí, que el amor todo lo puede... y recordarme que hay alguien siempre al acecho que conoce mis fallas y debilidades y que siempre estará en el momento preciso para echármelas en cara, que quiere turbar mi paz y mi confianza... Pero que, por encima de todo, está Él con su amor, ternura y misericordia infinita para acompañarme en esos momentos de tentación y que pone a las personas adecuadas en los momentos precisos, como esa noche.
Te mentiría si te dijera que eso lo supe en aquel momento... No, no soy tan inteligente. Eso lo veo ahora... con tiempo de por medio, con vueltas y vueltas al asunto, con las punzaditas y todo... Incluso con el deseo de darme por vencida y fabricarme una armadura para que el corazón ya no duela...
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhJZT4V74p-lqVtwPPuqTmVjTzLKC5EL3foYy4GpkLlBnthY5XRIV2cvRUZ24oW-ZEQvploN7cBtC4EhiqKhjJlLFLywzTnQcpI8pp3jZ5G6HNy9_2pj6inMqZYVVmhzQ2wWRIup9sVwy0/s320/Untitled.jpg)
Así que, bueno, hoy por fin pude escribir algo; quizá no lo había hecho porque solo tenía dolor y frustración... Con todo y que sigue doliendo lo que dolió... por fin pude ver la acción del Padre en todo eso y con otros ojos, le ruego que aumente mi fe, mi esperanza y no me suelte nunca... Que siga poniendo a esos seres hermosos con los que me sorprende de vez en vez, para recordarme su amor... y que sea yo, también, de cuando en cuando, instrumento suyo para dar su mensaje de esperanza a quien lo necesite. Desde luego no soy quién para hablar de perfección, pero sí, alguien que sabe de caídas y que en ellas ha experimentado Su amor... Y claro, oro por esa persona a quien amo, para que un día me permita demostrárselo y me llegue a ver como los demás me ven... porque en el fondo, sí soy Corazón...
Justo hoy, es cumpleaños de uno de mis cantautores favoritos, Álvaro Fraile... y bueno, tengo una canción de él para compartirla... Aunque me veas dudar, que me viene bien en esta entrega... disfrútala...
Nos seguimos leyendo. Que tengas bonita vida... de Corazón.