miércoles, 15 de febrero de 2017

Los amigos, reflejo del amor de Dios

Qué bendición contar con amigos...

A lo largo de la vida, nos vamos relacionando con personas que resultan afines a nosotros, aunque las personalidades sean muy distintas. Puede ser que compartamos la misma visión de la vida, que nos llenen las mismas cosas, que disfrutemos -o no- lugares, momentos... En el fondo, lo que nos mantiene cerca es que en ese otro ser nos reflejamos en nuestra mejor versión.  Para el resto del mundo, incluso para la familia, podremos estar llenos de defectos y ser, hasta cierto grado, desagradables e intolerables. Pero para alguien que coniciéndonos tal cual somos y, aún con lo que proyectamos al mundo, permanece... puedo asegurar que somos una de las mejores cosas en su vida; y ellos lo son para nosotros.

Hubo un tiempo en que me relacionaba con la gente amarrando en corazón, creyendo que así me protegía de ser lastimada... analizaba, pensaba y repensaba para darle entrada a alguien a mi fortaleza... y, quizá estuve ahí para escuchar y acompañar, pero no me confié, iba con mis cosas y mis propias fuerzas porque, aunque consieraba a mis amigos dignos de confianza, era en mí misma en quien no confiaba, yo era mi peor juez y no me sabía capaz de experimentar el cariño incondicional. No se lo recomiendo a nadie.

Definitivamente, en los momentos más difíciles de mi vida, alguien llegó y me demostró que podía llorar en su hombro y  descansar el alma en un abrazo... desde luego hablar, hablar y hablar para ser escuchada sin reproches ni recriminaciones... experimentar eso fue algo maravilloso, ahora sé que Dios estuvo ahí... y me regaló esa sensación a través de mis amigos.

Es bendición, al menos en el caso de Corazón, poder bajar la guardia, sentirme vulnerable, abrir el alma y saberme libre de expresar lo que pienso y siento... confiarme en el otro, segura de que no corro riesgo de ser juzgada y, más bien gano la invaluable escucha y el cálido acompañamiento de otro ser humano que, a su vez, deposita en mí su propia vulnerabilidad... Ahí, creo yo, el amor de Dios se manifiesta en todo su esplendor... Los amigos son el reflejo de Dios en nuestras vidas; su compañía es la promesa de Dios de permanecer siempre a nuestro lado.  Una vez más gracias a mis amigos por estar y permanecer...

Ojalá que tengas la dicha de contar con amigos y, ser tú, un amigo para alguien.

Nos seguimos leyendo.  Que tengas bonita vida... de Corazón.

1 comentario:

  1. Y vaya que ver cuando alguien se resiste a soltarse no es fácil. Creo que Dios tiene un plan perfecto y el momentoideal paradar ese paso, sucedió? Claro que sucedió! Y la nueva experiencia muestra a un corazón que si bien expresaba, hoy es expresivo al mundo entero... gracias!

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