miércoles, 9 de noviembre de 2016

Bienvenidos los cambios... todo va bien

De pronto, un día te das cuenta que la vida como la conocías ya no está... Creo que eso es lo que le está pasando en estos días a Corazón.  Me encuentro en una etapa de reajustes y no sé exactamente cuánto tiempo me tome asimilarlos. 

El cambio es una constante en el transcurso de la vida... a veces es tan pausado y casi imperceptible; otras veces es sorpresivo e impredecible, pero siempre necesitamos pausar para asimilar.  Es importante reflexionar sobre los cambios que experimenta nuestra vida, porque son base para nuestros siguientes sueños, metas, proyectos.  


Fotografía:  Mahqui Carrillo
No necesariamente son cambios drásticos, tal vez son tan simples como dejar de consumir algún alimento que siempre te ha gustado, pero que sabes que no te hace bien y lo dejas de un día para otro.  Quizá te miras al espejo y sientes que el peinado que has llevado por meses o años ya no va con la manera en que te percibes en el interior y tomas la decisión de hacerlo cortar.  Puede ser que la familia cambia de etapa y de pronto ya no hay niños en casa y ahora hay un puñado de adolescentes queriendo probar su madurez, tomando sus propias decisiones y buscando ser independientes.  

Son los cambios los que nos muestran que hay vida, que la vida no es pasiva, que es movimiento constante que arrastra, que nos lleva hacia el futuro; en nosotros está que esos cambios nos lleven a un mejor momento, a un estado de paz, a vivir de forma agradable lo que nos toca vivir.

Hace cinco meses Corazón dio un vuelco y tres meses atrás se armó de valor y dio un paso al frente para salir a lanzar al mundo su particular forma de ver la vida... y ahora son otras cosas las que cambian: la familia, los afectos, la vida... y todo ha sido para bien; eso es lo más satisfactorio, que todo cambio es para bien, aunque a veces nos parezca que como estábamos antes todo era perfecto, lo cierto es que el crecimiento interior es el que nos conduce a una mejor manera de saborear la vida y aferrarse a lo que fue, no sirve de nada o, mejor dicho, sólo sirve para anclarse y padecer.

Así que... bienvenido el cambio... bienvenido todo lo que tenga que llegar y agradecida con todo lo que tiene que quedar atrás... gracias a Dios, todo va bien.

Y a propósito de ello, te comparto una excelente canción de Álvaro Fraile, Todo va bien, porque así va la vida con sus cambios: "tan bien como lo quieras ver"...



Nos seguimos leyendo.  Que tengas bonita vida... de Corazón.


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