viernes, 2 de diciembre de 2016

Circunstancias diferentes, vidas diferentes

Existen dos formas de ver cada situación:  la positiva y la negativa; aunque por ahí dicen que existe la realista, también.  Así que, o vemos lo bueno o vemos lo malo de algo... y esos juicios de valor los emitimos desde nuestra percepción, incluso si dices que ves las cosas de manera realista, estás juzgando a partir de TU realidad, que es distinta, aunque se llegara a parecer, a la realidad de cualquier otro ser humano sobre la tierra, simplemente porque para formar tu "realidad", te has valido de tus propias experiencias ante una serie de hechos acontecidos a lo largo de tu vida, así como toda la información (y la forma en que tu procesaste esa información) que has recibido a través de la interacción con el mundo, tu mundo: el lugar donde vives, las cosas que realizas, las personas con las que convives, etc.

Entonces, no es de extrañarse que cuando dos personas emiten su opinión acerca de algo, puedan llegar a estar en los polos opuestos y, sin embargo, ambas tener cierta razón en lo que dicen.  Lo que es importante es que más allá de los juicios de valor, comprendamos que todos somos diferentes y que esa es parte de lo enriquecedora que resulta la experiencia de convivir con otro ser humano, ampliar nuestra visión del mundo, abrirte a nuevas formas de percibir, de opinar, de vivir... 

Recientemente me vi frente a alguien que en su charla emitió un juicio acerca de una persona muy querida para mí, un juicio no muy favorable; mientras esta persona hablaba, dentro de mí se empezó a mover un deseo de parar en seco aquella conversación, cosa que por fortuna no tuve que hacer porque hubo intervención divina y alguien más la interrumpió... pero mientras todo esto pasaba, yo reflexionaba acerca de la vida de esta persona y cómo lo que le ha pasado ha influido para que perciba de manera tan distinta a mí.  Me sentí tan agradecida por las cosas que me han tocado vivir ya que, gracias a eso, dicha situación fue enriquecedora y no una mala experiencia. Si yo, en cambio hubiera actuado desde la víscera, después me hubiera sentido bastante mal.  Entendí que no podemos estar de acuerdo y que trataré en la medida de lo posible ser tolerante con quien no piense como yo, pero sobre todo, por mi necesidad de paz, evitaré a toda costa prestarme a consecuentar juicios sobre cualquier persona, porque cada quien pasa por esta vida en su propia búsqueda, bajo sus propias circunstancias y, salvo que sus acciones dañen a alguien o sean nocivas para sí mismos, no estamos aquí para juzgar, sino para acompañar desde el amor y la única manera de mostrar que nosotros vamos bien por la vida es vivir agradecidos, felices y con paz en el alma... quizá alguien nos vea y se le "antoje" vivir así.

Hoy te comparto una canción más de Abel Pintos, se llama Alguien y, sí, definitivamente todos somos alguien... espero que la escuches y que su letra te diga algo...



Nos seguimos leyendo.  Que tengas bonita vida... de Corazón.




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