Una más...
La música alimenta el corazón; y no sólo eso, además toca las fibras, desata reacciones, mueve recuerdos, te lleva a lugares, te trae personas, te entrega momentos. Mi día no está completo si no escucho música. El gusto por ella viene de Papá. Él con su amplia colección de LP's o Discos de Larga Duración -de esos que se tocan en tornamesa- ponía fondo musical a mis días de niñez. Recuerdo los desayunos de los domingos: hot cakes, con jamón y miel acompañados por Las Cuatro Estaciones de Vivaldi, Mozart, Leonardo Fabio o Caíto aunque para mí era más fácil gustar de Parchis, Timbiriche o Menudo y después Flan's o Pandora. A la larga, también tarareé esas canciones lo mismo que las de mi propio gusto. A medida que llegué a la adolescencia, por iniciativa propia adopté a Air Supply y Chicago como estandarte para mi incipiente gusto musical. Desde entonces a la fecha, hay un sin fin de canciones que me gustan. Lo que es más, hay un sin fin de momentos atados al sin fin de canciones que me gustan. Soy tan dada a atar lazos entre la música y los momentos que a veces me enredo y de pronto ya estoy con una lágrima asomada mientras escucho las notas de una canción o con la piel erizada por la emoción que me produce alguna otra. Corazón late con la música y de a poco los Pollitos también. Amo los viajes en carretera que Don Corazón nos ha regalado. Ir viendo el horizonte mientras suena en el estéreo una laaaaargaaaaa lista de reproducción con canciones melosas, rítmicas, de lágrima, de alabanza, hace que como familia disfrutemos más el viaje... Me causa una emoción indescriptible saber que les gusta lo que a mí, que disfrutan Air Supply, Chicago, Michael Bublé, Alejandro Sanz, Alex Ubago, Franco De Vita, Ricardo Montaner, Nate Ruess, Diego Torres, Carlos Rivera, Axel, Leonel García, Noel Schajris, Adele, Álvaro Fraile, etc. y que tengo la sensibilidad de disfrutar canciones de One Direction, Justin Bieber, Shawn Mendes, Ed Sheeran, Bruno Mars, etc. A través de la música nos identificamos y compartimos momentos especiales. Al igual que en un tiempo Papá influyó en mi gusto por la musica, ahora me toca a mí provocarles recuerdos al escuchar alguna canción de esas que se instalan en la memoria del alma y dejarles a mis Pollitos una bonita manera de recordar a Corazón. ¿A tí qué te provoca la música?¿Verdad que es maravillosa? Te invito a que te des el gusto de escuchar y disfrutar tu canción favorita y dejarte llevar por las sensaciones que te provoca. Bonita noche...
Nos seguimos leyendo. Que tengas bonita vida... De Corazón.
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