De un tiempo a la fecha la vida me presenta situaciones extraordinarias, encuentros inesperados, cruces de caminos que jamás me hubiera imaginado tener y mucho menos valorar. Sé que todo es providencial y en todo ello veo la mano bondadosa de Dios Padre. Así que este Corazón no puede sino agradecer, algunas veces con palabras, algunas veces con sonrisas, y muchas veces con silencio que contempla y que no puede hacer más que eso: callar ante tantas bendiciones. Me he dado cuenta de que agradecer ha venido a darle un pequeño pero significativo giro a mi vida. Es un excelente ejercicio que te permite ver lo que sí tienes y dejar de preocuparte por lo que no. Te invito a que lo hagas. Agradece la vida, agradece lo que puedes hacer, agradece que tienes a quien amar, agradece todo... incluso aquello que te reta en este momento y que parece un lastre... en ello también hay bendición y ahí es donde la bondad de Dios se manifiesta con mayor esplendor. Digamos juntos: ¡GRACIAS POR TODO!
Así inició una experiencia que buscaba desde hace algunos años y que por inseguridades y fantasmas no me había dado la oportunidad de realizar. Ahora, vencidos esos obstáculos o, al menos, ignorados de momento, me dispongo a compartir, a lanzar palabras y experiencias al mundo... si alguien lo lee, qué bendición y si sólo queda en un ejercicio catártico, pues igual para mí seguirá siendo bendición.
Por aquí nos leemos... Que tengas bonita vida... de Corazón
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