Pensé en hablar de la sonrisa porque van dos veces que me atiende una señorita en la caseta del estacionamiento de un centro comercial, quien a pesar de que ha de estar cansada por pasar por varias horas en un espacio tan reducido y peor bajo el rayo del sol o, como en estos últimos días, bajo lluvia; atiende con tal amabilidad y sonríe tan gratamente que desentona con el resto de los que trabajan en eso mismo, al menos para mí, no pasa desapercibida.
Nada tan hermoso como la sonrisa, en especial si es de un bebé, de un niño... ahí está la pureza y alcanzas a ver a Dios de manifiesto... O qué me dices de la sonrisa de tu persona especial... esa que es capaz de desarmarte con sólo aparecer... Y qué tal la tuya, la que dejas escapar cuando sientes una mezcla de gozo y paz. Las sonrisas vienen del alma. La carcajada es otra cosa, es explosión. Pero la sonrisa es sublime. Dicen por ahí que puedes decir lo que sea, lo que sea mientras lo hagas con una sonrisa... eso ablanda el corazón del otro.
Este dato me pareció interesante:
0,01 segundos es el tiempo que nuestro cerebro tarda en procesar un momento de felicidad que involuntariamente nos haga sonreír.
Eso quiere decir que es muy fácil emitir una sonrisa, lo único que necesitamos es tener la capacidad de percibir los momentos de felicidad que hagan que la sonrisa aparezca; lo mejor es que no tenemos que esperar a que los estímulos externos aparezcan. Hay tantos motivos para sonreír a partir de nosotros mismos. La primera, cosa que hace sonreír a Corazón en el día es saberme amada por Dios Padre; qué más da que no haya dormido bien, y que la rutina inicie a las 5:15 de la mañana... y, cuantas veces piense en eso durante el día, invariablemente se me dibuja una sonrisa que disfruto mucho. Después, claro, viene el tener conmigo a Don Corazón y a los Pollitos, pensar en mis seres queridos y los momentos que hemos compartido. Pero también me hace sonreír ver a un niño siendo niño; sonrío viendo a las aves, pensando en lo libres que son; sonrío si viene algún recuerdo bonito, cuando escucho alguna canción que me gusta, cuando recibo un mensaje o una llamada especial, etc. Este espacio me produce muchas sonrisas; cuando tomo alguna foto y la preparo para publicarla, cuando me pongo a leer frases y selecciono las que me mueven, cuando me siento frente a la lap y empiezo a escribir una entrada... lo más extraordinario de las sonrisas es que como viven en el alma, provienen de cosas sencillas.
Espero que mientras pasabas por el texto, al menos hayas sonreído una vez... con eso Corazón cumplió el día de hoy.
Te invito a sonreír más seguido y desentonar para variar...
Nos seguimos leyendo. Que tengas bonita vida y sonríe... De Corazón
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