¿Qué tan en el pasado dejas al pasado? Resulta que estás en una buena etapa de tu vida, parece que todo va bien, que las cosas por fin se acomodaron y de pronto sientes que alguien toca tu hombro para que voltees hacia atrás: se trata de tu pasado. ¿Volteas de reojo? ¿Te das totalmente la vuelta y te pones a contemplarlo? Tal vez te dices a ti mismo, ¿qué tanto es tantito? y juegas con la nostalgia, si te fue bien... o vuelven a ti sentimientos de culpa, rencores, melancolías, si no te fue tan bien, y lo que llevabas andado, parece que se desanda... Las más de las veces creo que nos quedamos contemplando, quizá con la esperanza de que en la repetición las cosas salgan diferente... te tengo una noticia, nunca lo hacen. Las cosas fueron de determinada manera, quieres saber por qué... pues porque fueron consecuencia de decisiones tomadas, por lo tanto, debieron ser consecuencias asumidas. La manera en que sucedió aquello, es la única manera posible de acuerdo a las circunstancias... y, desde luego, dentro de las circunstancias también interviene la mano de Dios. Ni siquiera en los triunfos y éxitos pasados conviene quedarse... porque ya fueron... los obtuvo tu YO de aquel momento, mucho menos será conveniente permanecer en el dolor, la culpa, el rencor... esos carcomen el alma. Se alimentan de los "y si..." y los "hubiera" que te dices a ti mismo: y si no lo hubiera hecho, y si hubiera cambiado, y si hubiera dicho, y si hubiera... hay una lista interminable de ellos. Todos taladran con fuerza. No digo que nunca te asomes al pasado... en realidad es una riqueza que llevas a cuestas si la sabes administrar: ahí está tu aprendizaje y tu presente es como es gracias a él. Más bien, hay que tenerle respeto y verlo con cautela... porque así como te devuelve momentos brillantes, también te avienta a la cara momentos oscuros... Debo confesar que de vez en cuando Corazón se queda pasmada contemplando al pasado y luego anda con la vida revuelta, con tristezas recicladas que empañan la vista; ahora agradezco todo, todo absolutamente... porque las experiencias vividas me trajeron a este presente lleno de luz, por lo tanto, le estoy inmensamente agradecida a esa que fui, esa que se equivocó, esa que cayó en cuenta que no era perfecta y que lloró y se desgarró... haber atravesado por eso me dio la certeza de que Dios me ama y tiene un propósito para mí. Gracias a que hay partes no tan agradables en el pasado, puedo comprender a quien se siente derrotado, abatido; y con la poca o mucha experiencia que he acumulado, puedo decir con conocimiento de causa que eso pasará y que Dios dará respuesta a toda necesidad, sólo hace falta confiar y pedirle que aumente nuestra fe y nuestra paciencia. Si te pasa como a mí, te invito a que le hables bonito a tu pasado y le agradezcas por todo lo que te entregó y todo lo que se llevó... créeme que no te debe nada. Entrégaselo a Dios como una oración y Él se encargará de convertirlo en un hermoso presente.
Cuídate mucho... Que tengas bonita noche... de Corazón.
Nos seguimos leyendo. Que tengas bonita vida... De Corazón.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario